La auditoria de Deloitte revela que Bankia en quiebra
La firma de auditoria de Deloitte revela que la matriz de Bankia estaba en quiebra técnica, así lo afirmó en el auditor que alertó de los errores en las cuentas de octubre, Francisco Celma
Las fuertes pérdidas soportadas por BFA, la matriz de Bankia, salen a la luz gracias a un invitado de excepción en el consejo de administración celebrado hace dos días, cuando un representante de la firma de auditoria Deloitte reconoció que en octubre pasado ya alertó a la compañía que las cuentas tenían salvedades.
El consejo de administración que celebró hace dos días la matriz de Bankia, BFA, sacó a la luz las salvedades, mencionadas en el informe de auditoria, de sus cuentas ya alertadas en octubre pasado por un auditor representante de la auditoria Deloitte. Este mismo auditor fue precisamente el encargado de elaborar el informe de auditoría en el que se cifraban unas pérdidas anuales por parte del BFA (Banco Financiero y Ahorros) de más de 10.000 millones.
El capital de BFA, tal y como se menciona en las memorias adjuntas del informe de auditoria, asciende a 7.712 millones, representando un 4,7% frente al 8% requerido legalmente. Esta caída de los niveles de capital ha forzado una rápida intervención del estado a la entidad dado que, según informe de la firma de auditoria ya citada, se desprende que esta entidad se encontraba en causa de disolución a causa de la insuficiencia de patrimonio neto y que este quedara reducido a menos de la mitad del capital social.
Estas pérdidas, comunicadas por el auditor de Deloitte durante la reunión del consejo, causaron cierta sorpresa en los consejeros de la entidad ya que nunca se les informó de la situación. Por ello la firma de auditoria Deloitte a pesar de no poner en evidencia en su momento las reticencias encontradas, es cierto que nunca acuño con su membrete el documento.
La firma de auditoria, Deloitte, incluyó sus opiniones en la parte del informe de auditoría llamada “párrafos de énfasis”, con lo que la auditoria queda limpia de salvedades. Cabe destacar que debido a la negativa del auditor a firmar las cuentas de 2011, el ya ex director de Bankia dimitió y poco tiempo después saltó a los medios la inyección adicional de 19.000 millones para reponer el capital.
Finalmente la compañía ha encargado a la auditoria Ernst & Young la valoración del grupo BFA con el objetivo de, una vez finalizada, el Estado entrara en el capital. Una vez ejecutada dicha entrada el Estado se convertirá en único accionista de la compañía.